
Una reciente filtración ha encendido la polémica en torno a los Juegos Olímpicos de París 2024. Documentos obtenidos por el medio deportivo 3 Wire Sports indican que la boxeadora argelina Imane Khelif, de 26 años, posee un cariotipo masculino (cromosomas XY), según una prueba médica realizada en 2023 por un laboratorio certificado en India. Esta información pone en duda su elegibilidad para competir en la categoría femenina, justo después de que el Comité Olímpico Internacional (COI) desestimara dichas pruebas como "no legítimas" y permitiera su participación en los Juegos.
El examen fue efectuado por el prestigioso Dr. Lal Path Labs de Nueva Delhi, acreditado internacionalmente. La conclusión fue clara: "El análisis cromosómico revela un cariotipo masculino". La misma evidencia la excluyó del Campeonato Mundial de Boxeo Femenino 2023 en India. Pero a pesar de la contundencia del informe, el COI optó por ignorarlo, sugiriendo incluso —según el Telegraph— que podría tratarse de un intento de desinformación orquestado por Rusia, país donde se encuentra la sede de World Boxing.
La decisión del COI ha dividido al mundo del deporte. Khelif no solo compitió en París, sino que ganó el oro, dejando a muchas de sus rivales en estado de shock.
La boxeadora italiana Angela Carini declaró haber sentido "temor por su vida" durante un combate contra Khelif que duró apenas 46 segundos. También la mexicana Brianda Tamara Cruz compartió una experiencia parecida tras enfrentarla:
“No me había sentido así ni siquiera entrenando con hombres en 13 años de carrera.”
Este caso aviva el debate sobre la equidad en el deporte femenino, la transparencia del COI y la protección de las atletas.