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Dina Boluarte asume el mando en Perú tras destitución de Castillo

La vicepresidente de Perú, Dina Boluarte, asumió el miércoles el mando del país luego de la destitución por "incapacidad moral" del mandatario Pedro Castillo por parte del Congreso.

"Asumo de acuerdo con la Constitución de Perú, desde este momento hasta el 26 de julio de 2026", cuando estaba previsto el fin del mandato de Pedro Castillo, dijo Boluarte, una abogada de 60 años que es la primera mujer en dirigir Perú, dirigiéndose al Parlamento.

Poco antes, el Congreso de Perú destituyó al presidente izquierdista Castillo por "incapacidad moral", ignorando la decisión del mandatario de disolver el Parlamento y dar un autogolpe.

La destitución de Castillo fue aprobada por 101 votos de un total de 130 congresistas, en su tercer intento por sacarlo del poder desde que asumió la presidencia hace 16 meses.

En un esfuerzo de último minuto por salvarse de la destitución, Castillo anunció la disolución del Congreso pocas horas antes de que el Parlamento se reuniera para debatir su salida.

El gobierno del presidente estadounidense Joe Biden calificó a Castillo de "expresidente".

"Tengo entendido que, dada la acción del Congreso, ahora es el expresidente Castillo", dijo a periodistas el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, y añadió que los congresistas peruanos tomaron "medidas correctivas" de acuerdo con las reglas democráticas.

"Rechazaremos categóricamente cualquier acto que contravenga (...) cualquier Constitución, cualquier acto que socave la democracia en ese país", afirmó Price.

Tras su anuncio de disolución del Congreso, Castillo abandonó el Palacio Presidencial y se dirigió a la Prefectura de Lima con su custodia policial.

Imágenes difundidas por la administración de justicia peruana lo mostraron sentado en un sillón rodeado de fiscales y policías. Se desconoce su situación legal, aunque varios medios locales aseguran que está detenido.

Procesos similares en el Congreso forzaron la caída de los exmandatarios Pedro Pablo Kuczynski, en 2018, y Martín Vizcarra, en 2020. El expresidente Alberto Fujimori fue destituido por el Congreso en noviembre de 2000.

(RFI, 2022)
Tras anunciar el golpe de Estado cerca de las 2 de la tarde (horario Argentina), el presidente devenido en dictador Pedro Castillo perdió todo los apoyos que pensó que tenía en las Fuerzas Armadas, y menos de dos horas después salió huyendo del Palacio Presidencial con su familia y su abogado y ex primer ministro Aníbal Torres.

El auto se dirigía a la Embajada de México, donde buscaría huir al país que gobierna el socialista Andrés Manuel López Obrador, pero fue interceptado por la Policía Nacional que decidió detenerlo en delito flagrante y llevarlo a la sede de la Región Policial Lima, en la avenida España.

En las imágenes captadas por Canal N, se observa a Castillo ser interceptado cuando permanecía al interior del auto presidencial. En este marco, diversos vehículos policiales cerraron al paso al automóvil y agentes de Seguridad del Estado procedieron a su detención.

La Junta de Fiscales Supremos anunció que tomará acciones legales en contra del vacado exdictador Pedro Castillo tras intentar dar un golpe de Estado. El anuncio fue hecho a través de un video grabado por la fiscal general Patricia Benavides y los fiscales supremos Zoraida Ávalos, Pablo Sánchez y Juan Carlos Villena, quienes condenaron el quebrantamiento del orden constitucional.

Castillo fue acusado oficialmente de sedición, confirmado oficialmente por Benavides, quien se apersonó en la sede policial para dialogar con el detenido y su abogado personal, Aníbal Torres.

Todo indica que Castillo fue convencido por Torres, quien había oficiado de primer ministro en los últimos meses, para que declarara el golpe de Estado. Según fuentes consultadas, Torres lo convenció a Castillo que tenía el apoyo de los militares, especialmente luego de ubicar ciertos generales en puestos claves.

Sin embargo, estos generales designados por Castillo no cumplieron su compromiso, y se quedaron del lado de la histórica posición militar del Perú en contra de la extrema izquierda. En cuestión de dos horas, se cayó todo el operativo militar que Castillo había decretado, y tras la destitución del Congreso, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional desacataron su orden.
(D diario, 2022)